CRÉDITOS
Fotografía:
Ana Karina Delgado
Irma, del clan Pushaina -los de la sangre hirviente- recuerda su infancia cuando, tras un desayuno de mazamorra con leche de cabra y arepa con queso, salía con los chivos a la sabana. Ahora, cada día hace el café con jengibre, cuida de su familia y continúa pastoreando sus chivos llamando a cada uno por su nombre.