Las armas

CRÉDITOS

Fotografía:

Ana Karina Delgado

Hoy quienes hicieron parte de la guerrilla más antigua del continente, están sin armas. Tal vez ellos ya se acostumbraron. Desde que iniciaron el tránsito a las Zonas Veredales, les dijeron que empezaran a dejar las armas lejos de donde estaban, no como antes, cuando eran días en combates que tenían que estar lo más cerca posible. Y así, de a poco, puede que ya no hagan parte de su cotidianidad, de despertar y verla, o de caminar y sentirla, de sentarse a comer con sus compañeros y que la tengan cerca a su mano.